Publicidad de perfumes

No me gusta coleccionar cosas, creo que en lugar de coleccionar lo mejor es disfrutarlo, pero reconozco que sí colecciono algo desde hace muchos años: anuncios de perfumes.

Antes caían en mis manos revistas de todo tipo que se compraba mi familia, fue en esos tiempos cuando empezaron a llamarme la atención los anuncios de perfumes (tanto de hombre como para mujer), y los fui yendo coleccionando, al principio como una afición "inocente", pero luego, con el paso de los años, conseguí hacer una colección bastante digna. Como llevaba tal cantidad coleccionados, decidí hace poco tiempo escanear muchos de ellos para no guardar tanto papel (por algún sitio andarán esos archivos), y así poder hacer sitio a nuevos.




He de decir que no colecciono de una forma enfermiza, ni buscando desesperadamente alguna pieza que me falte (aunque estas Navidades uno de los anuncios que me hubiera gustado conseguir es el de Jean Paul Gaultier, que no he encontrado por ninguna parte), solamente iba cogiendo aquellos anuncios de las revistas que iban cayendo en mis manos, sin mayor preocupación.

El problema de ser coleccionista de algo es que si no estás siempre atento puedes perder el control. Por fortuna en mi caso ir reuniendo anuncios de revistas es una tarea que no me supuso nunca un desembolso económico (ya he dicho que las revistas no las compraba yo), de modo que por ese lado no tuve ningún problema. Si había tiempos en que no lograba conseguir revistas, pues no añadía nada a mi colección y tan contento. Aunque tengo que decir que la gente que sabe que colecciono ese tipo de anuncios muchas veces tiene la amabilidad de guardármelos para dármelos.


Estas Navidades, además, he tenido una agradable sorpresa: de Gucci han tenido la gentileza de enviarme algunas muestras con folletos de publicidad de sus últimos lanzamientos, lo cual es de agradecer, porque pocas firmas de este tipo hacen algo así (por regla general estas cosas llegan a las tiendas, no a los particulares).

En las imágenes podéis ver algunos de los anuncios que he ido cosechando durante muchos años. No son demasiados, lo admito, pero repito que mi colección no tiene la intención de llegar a convertirse en una "biblioteca" de la historia publicitaria de la perfumería, sino que simplemente los colecciono cuando llegan a mis manos, como curiosidad.


Resulta siempre bastante interesante el hacer a veces un repaso y ver la evolución de algunas marcas, cómo algunas han desaparecido del mercado, y cómo han variado los diseños y estereotipos. Además, y esta suele ser una norma genérica, los anuncios de perfumes por regla general suelen ser bastante glamorosos, sensuales. No en vano una de las pretensiones de la industria perfumera es atraer al sexo contrario.

Y hablando de sexos, seguramente notaréis que en los anuncios prevalecen las mujeres. Bueno, no es que en mi colección haya arrinconado a los varones, sino que -como supondréis- la mayoría de los anuncios de este tipo están dirigidos a mujeres, y protagonizados por mujeres. Puede ser porque los hombres con cualquier "Varon Dandi" nos conformamos. Y admito que aunque colecciono esta temática, en materia de perfumes yo tampoco soy muy exigente. Lo malo de esto -de que te dé igual cualquier perfume- es que antes podías comprarte un perfume barato y no quedaba mal (yo recuerdo que me compraba uno de Coty muy barato, que al final son los mismos que fabrican para Adidas, o para Playboy, porque no creáis que estas marcas hacen ellos sus perfumes). Ahora con la intromisión de marcas chinas por doquier y perfumes "low cost" el comprarse esas marcas es un riesgo, porque muchas de ellas te lo echas encima y son auténtica porquería, corriendo el riesgo de que acabes oliendo a insecticida más que a perfume. Así que casi mejor dar un poco de dinero adquiriendo una marca medianamente buena y de renombre (¡Axe no, por favor!), que no gastarse el dinero en marcas generalistas y luego tener que tirar el frasco (o el spray o lo que sea) a la basura sin apenas usar.

Por otra parte, creo que los hombres -a diferencia de las mujeres, al menos en gran medida- somo bastante fieles a una marca, y una vez la encontramos pocas veces nos arriesgamos con otra.